Rosario Menéndez ha trabajado los últimos años como
coordinadora de programas y proyectos en el Servicio de Innovación de la
Consejería de Educación de Canarias. Pero desde su participación en el proyecto
Líderes Transformadores 2018 de Fundación SM, un primer encuentro en Jarabacoa
(República Dominicana) y un segundo en Sitges (España), su vida profesional ha
dado un cambio.
- Cuéntenos
la vivencia más impactante que ha tenido en Líderes Transformadores.
Jarabacoa fue una experiencia
inolvidable por el impacto que causó en mí. Incluir el paradigma del cuidado y
el modelo relacional como base fundamental en el aprendizaje me hizo reconectar con mi
vocación, más hondamente todavía con mi identidad como educadora. Resituarme en
mi profesión dio como resultado dejar lo que estaba haciendo y volver al
instituto. De pronto pensé: “me quedan 4 años para jubilarme, tengo que volver
a mi centro, disfrutar durante estos 4 años, y dar la mejor versión de mi misma
profesionalmente.” A mi vuelta de Jarabacoa, mis compañeros notaron el cambio, me comentaron que tenía una
luz distinta, la alegría de querer volver al centro…
- Y
así fue cómo, a partir de esta experiencia de vida y profesional, usted decide
volver a su trabajo de Orientadora en su instituto, el IES El Calero en Telde,
Gran Canaria. ¿Qué repercusión práctica puede tener su experiencia en Líderes
Transformadores sobre sus alumnos y alumnas?
Un orientador trabaja con
familias, profesorado y alumnado. Intentar instalar lo que aprendí en Jarabacoa
en el corazón de mi práctica educativa en todos los ámbitos (la acción
tutorial, la orientación académica y profesional, la atención a la diversidad,
la atención a las familias y la organización curricular) la aplicación del
proyecto Líderes Transformadores y conseguir el contagio en mi entorno. Creo
que una repercusión práctica es el ámbito de la orientación académica y
profesional desde la construcción de proyectos de vida.
- ¿Considera
necesario un programa como Líderes Transformadores y qué punto cree que debería
ser tratado en una próxima edición?
Creo que es imprescindible que
exista. Porque el programa de Líderes no es la formación en sí, es la
transformación de cada uno desde el compartir con personas de otros países, tan
distintas, tan diversas, eso es una riqueza increíble, es como ponerte unas
gafas de tres dimensiones y ver la realidad de una manera más amplia y
holística.
Los dos encuentros han estado
bien combinados: la primera parte fue más teórica y centrada en conocer el
modelo relacional y el paradigma del cuidado, la manera de inmersión en el
programa fue espectacular porque fue una combinación del sentir, pensar y
actuar personal y colectivamente. Destacar los proyectos que vimos, no
produjeron un gran impacto, sobre todo
en la República Dominicana, también en Sitges donde tuvimos la oportunidad de
conocer centros con buenas prácticas educativas.
- ¿Hacia
dónde va la educación hoy en día en los colegios?
En general, los centros
educativos son muy variados y cada centro prioriza según su contexto, sus
necesidades y sus momentos. Se ha avanzado mucho, el desarrollo del modelo
competencial mediante la implementación de nuevas metodologías más centradas en
el alumno, así como la incorporación de las TIC y el avance de las
neurociencias han aportado importantes conocimientos y nuevas maneras de
aprender revolucionando el mundo educativo. En general, la mayoría de los
centros educativos se encuentran en la búsqueda de nuevas maneras de
aprendizaje en el intento de llegar al alumnado actual.
- Y
por último, ¿cómo le gustaría que fuera evolucionando en beneficio del
crecimiento de la sociedad?
Creo que lo que tocaría ahora es
saltar del modelo educativo al socioeducativo, aprender con el otro, un modelo
más participativo, cooperativo, comunicativo,
comunitario, relacional y competencial.
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