domingo, 3 de julio de 2011

¡Qué frío!

Estos días son de mucho calor. Y siempre es refrescante ver imágenes con nieve o que nos trasladan al frío invierno.

Quiero compartir en este espacio varias de un viaje realizado la pasada Navidad a Budapest.



Inmejorable por la compañía, por lo vivido y por lo visto. Por el relax, la tranquilidad y el descubrimiento constante. Por sus gentes, balnearios, teatros y tiendas.



Una ciudad por descubrir también en invierno y cubierta por un palmo de nieve, con días cortos y temperaturas bajo cero, mercadillos navideños y comida exquisita.




Ciudad de contrastes, de recuerdos de las guerras mundiales y de su pasado comunista, de un idioma imposible de entender y hablar al principio pero que cuando te acostumbras a él estás deseando aprender. De gente de treinta y pocos que te dice que en el comunismo se vivía mejor, que ahora hay mucha crisis y más pobreza.



En el monedero me traje un billete y algunas monedas, motivo más que suficiente para volver a Budapest. Una ciudad que engancha y que tira de tí para que vuelvas en cualquier otra época del año.

¿Querrás volver conmigo?

3 comentarios:

  1. Budapest me encanta, Emma, es más, si nos habéis oído hablar a Mañez y a mí del HOPE, sabréis que yo estuve cuatro semanas en Budapest estudiando el sistema sanitario hungaro...

    Cuando quieras, volvemos, por supuesto, jajaja...

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  2. Gracias por tu comentario. No tenía ni idea de tu pasado Hope en Budapest y me encanta porque serás un fantástico guía en el caso de que coincidamos allí algún dia.
    :))

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  3. Me apunto! Genial este viaje virtual al frío en pleno verano.

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