Toda su vida había sido blanca.
En invierno y en verano.
Hermosa. Luminosa. Enorme. Bella.
El verde marcaba su existencia en esta época del año.
Pero esa mañana, cuando las orquídeas decidieron hacerle compañía, sonrió.
Por fin había logrado acariciar otro color en su vida.
Por fin poesía!
ResponderEliminar