domingo, 10 de marzo de 2013

Castilla-La Mancha y sus periódicos


No nos preciamos de ser una de las comunidades autónomas que más periódicos compra y lee, pero sí al menos yo me sentía orgullosa de que cada provincia tuviera su cabecera en papel, esa que buscaba ávidamente cuando viajaba con frecuencia a Toledo, Cuenca, Ciudad Real o Guadalajara.

El equilibrio en materia informativa, número de cabeceras, periodistas trabajando,... estaba más o menos asegurado.

Pero el ansia por tener más y más hizo que los empresarios dueños de los medios, crecidos al amparo de suertes económicas que nada tenían que ver en origen con el mundo de la comunicación, extendieran sus redes de provincia en provincia, ampliando no se sabe muy bien con qué criterio el número de medios de comunicación en la región, agencias, televisiones, periódicos, radios,  ... 


Señores de corbata y traje del mundo de la construcción, de las máquinas tragaperras y de la automoción, caballeros que igual te gestionan un recurso turístico, un club de balomnano o un semanario. ¡Vamos a montar un periódico que es divertido!

En Albacete de repente contábamos con cuatro periódicos. Se abrieron emisoras de radio por un mero empuje político y se pensó que eran las administraciones públicas, con el dinero tuyo y mío, las que debían sostener a todos estos nuevos medios.  

Error.

Un error imperdonable del que se han beneficiado los empresarios de la comunicación de esta región, ni siquiera los políticos que en su día los apoyaron y que hoy están en la oposición. Por cierto, que los que hoy mandan, tampoco se libran de prácticas periodísticas extrañas que acabarán saliendo a la luz tarde o temprano.

Es lo que tiene centrar los ingresos publicitarios en el mandamás del momento. Que de repente cambia el Gobierno y los medios están vendidos. Y lo que es peor, los periodistas también. Fin a su independencia, fin a su libertad. A la calle y con una mano delante y otra detrás.

Ayer se anunció el cierre de otro medio, el periódico El Día originario de Cuenca. En Albacete, la delegación se disolvió hace ya más de un año y los periodistas que trabajaron en ella aún esperan cobrar nóminas pendientes y celebración de juicios. Una vergüenza.

Os dejo con el testimonio directo de una de estas personas, la periodista María Varea.

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