Hace 16 años visité Nueva York por primera vez. Fue el viaje fin de carrera y no hubo mejor destino en el mundo para celebrarlo.
Era marzo-abril. Hacia frío. Ya no había nieve, pero el aire gélido que bajaba del Polo Norte te cortaba la cara.
Visitamos museos, pubs, garitos de jazz y "cool discos". Escuchamos misas de Godspell y volamos por la Quinta Avenida y Broadway dentro de un taxi amarillo.
Hubo quien ahogó las penas de amor en alcohol y quien se fue a ver "Cats". Hubo quien se hinchó a cerveza en el Hard Rock Café y quien quiso subir a la corona de la Estatua de la Libertad.
Pero de todo, lo que mas nos llamó la atención fueron las vistas nocturnas de Manhattan desde lo alto de las Torres Gemelas. Impresionante es un adjetivo que se queda corto.
Quien nos iba a decir a nosotros que 6 años después dos aviones secuestrados se empotrarían contra ellas y hoy, 10 años después de aquel atentado terrorista con mas de 2000 muertos, nos seguirían causando conmoción esas imágenes.
Han pasado 10 años y parece q fue ayer cuando el telediario conectó en directo con Nueva York porque una Twin Tower estaba ardiendo.
Nadie en estos 10 años ha hecho un directo en Afganistán para contarnos los desastres de la guerra ni para mostrarnos a familias destrozadas por los ataques de ejércitos occidentales (también el de EEUU). Y yo también quiero saber eso y recordar a esos muertos.
Porque en este mundo que me ha tocado vivir, tiendo a creer que todos los seres humanos somos iguales.
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