Leí un tuit hace algún tiempo en el que se felicitaba a Beyoncé por su éxito este verano pasado en el festival de Glastonbury. Hoy por fin he podido estar un rato delante de Youtube viendo algunos videos de la actuación de esta mujer y... lo confieso.
Me gustan sus piernas, sus caderas, sus muslos, sus mofletes, sus movimientos en el escenario y su voz.
Me pasa igual con Rihanna.
Me gustan estas dos mujeres porque son artistas, venden con su música y sus espectáculos, y también con su imagen. Un cuerpo saludable, y porqué no decirlo, macizorro.
Nada que ver con algunas modelos usadas en revistas de gran tirada, o en chicas que se ven en desfiles de París-Nueva York-Londres-Milán-Madrid... Sí, Madrid, porque aun se ven desfilando chicas que dan verdadera grima y no entiendo cómo a los diseñadores no se les cae la cara de vergüenza de exhibir a esas mujeres como "modelos de mujer".
La anorexia, también la bulimia, son enfermedades del primer mundo, en los países del tercer mundo no existen. Se lo he oido decir mil veces al jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital para el que trabajo, Dr. Francisco Botella Romero. Y la familia es una pieza clave en todo este proceso. También los agentes externos, los amigos, los medios de comunicación,... todos ayudan a que las adolescentes capten el mensaje de una manera o de otra.
Por eso, cuando Twitter decide no cerrar cuentas que fomentan la anorexia y la bulimia, yo me planteo qué estamos haciendo mal y hacia donde nos dirigimos. En qué estamos fallando si ni el Ministerio de Sanidad consigue que una empresa, una red social, entienda la gravedad del problema.
Twitter no actúa porque en España no es ilegal hacer apología de la anorexia y de la bulimia. Al recibir la petición del gobierno ellos lo han pasado a su equipo jurídico y al no vulnerar la legislación española no actúan. Si la petición hubiera partido de otro gobierno, como pueda ser el francés, Twitter habría cerrado la cuenta porque si hay base jurídica para hacerlo.
ResponderEliminarAsí que lo que toca es que el gobierno español legisle y prohiba la apología de esas enfermedades, sólo entonces se podrá obligar a Twitter a que actúe contra esos perfiles.
Pero insisto, para tener éxito mejor que haya base jurídica.