La Consejería de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, al frente de la cual está el consejero Fernando Lamata, trabaja desde hace algunos meses, bastantes, en el nuevo Plan de Salud y Bienestar Social 2011-2020, renombrado como Estrategia 20/20 de Salud y Bienestar Social.
Se trata de un compromiso del Gobierno socialista de José María Barreda por su gente en materia de Salud y Bienestar Social, integrando estos dos sistemas de atención a las personas porque el mundo está cambiando y hay que adaptarse a las nuevas situaciones sociales.
Una forma de trabajar que da respuesta a las necesidades nuevas que se plantean en el mundo y que tiene dos partes: la primera, centrada en la mejora de la vida: menos exclusión, menos discapacidad, menos dependientes,...; la segunda, los ejes estratégicos en los que se fundamenta el trabajo de coordinación entre los servicios sociales y sanitarios, entre otros, la autonomía, inclusión social y salud; la atención centrada en la persona; la participación deliberativa; la participación profesional; la investigación, innovación y desarrollo tecnológico; la formación; la calidad y, por último, la ética.
En Albacete, la presentación del último borrador de trabajo tuvo lugar el pasado 21 de febrero, y la hizo el director general José Luis López acompañado de gente de su equipo ante un auditorio formado por representantes de asociaciones, ayuntamientos, trabajadores sociales, sanitarios, etc, etc.
Una iniciativa magnífica, novedosa e innovadora, pero difícil de desarrollar si pensamos en lo que mueve el mundo 1.0, el yo-mi-me-conmigo.
Para coordinar de manera efectiva todos los ejes y apostar por un modelo de integración de la planificación y la dirección, que maneje los recursos y que a su ver estén coordinados mediante la creación de herramientas hace falta mucha voluntad personal, mucho saber compartir y mucho de pensar en los demás, no en uno mismo. Abrirse al siglo XXI, el siglo de las redes sociales, de todos al mismo nivel, de olvidarse de las clases y de los niveles asistenciales.
Y eso hoy por hoy lo veo difícil. Aunque lo que me reconforta es pensar en la cantidad de gente que sí cree en este planteamiento, que lucha por hacer mejor el día a día y que trabaja por ayudar a los demás, a los más desatendidos, desfavorecidos y excluidos.
Por ello tengo fe, ilusión y confianza en que esta Estrategia 20/20 sí se llevará a cabo.
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