El Día Mundial del Parkinson se celebra hoy, 11 de abril, bajo el lema "Día Mundial de Ana, David, José María y de todos aquellos que conviven con el Parkinson". En nuestro país se calcula que hay más de 160.000 personas con la enfermedad, un 10% de ellas con el Parkinson en avanzado estado, familias enteras afectadas no sólo el paciente.
El Parkinson es una enfermedad invalidante y neurodegenerativa, que en su avance va mermando la autonomía personal de cada individuo. En estadíos avanzados, los enfermos de Parkinson dejan de aparecer en ámbitos públicos, lo que los convierte además en seres invisibles socialmente.
La importancia de la detección precoz para ralentizar su avance sigue siendo un caballo de batalla, tanto de asociaciones como de profesionales sanitarios y, desde la Federación Española de Parkinson, se sigue reclamando protocolos concretos de actuación, tanto en Atención Primaria como en Especializada, en todo el Sistema Nacional de Salud.
Los tratamientos que existen en la actualidad son paliativos, centrados en el control de la progresión de la enfermedad y en reducir los efectos secundarios de la medicación. Se suelen acompañar además de actividades de logopedia, rehabilitación física, psicológica y de terapia ocupacional.
Pero, ¿cuáles son los signos que delatan la aparición de esta enfermedad?
- Temblor constatable en manos.
- Escribir con letra más pequeña de lo que habitualmente lo haces.
- Perder el sentido del olfato.
- Dormir mal o peor de forma continuada.
- Sentir rigidez en el cuerpo o movimientos ralentizados.
- Cambios en el volumen de su tono de voz.
- Problemas de estreñimiento.
- Falta de parpadeo y expresión rígida en su rostro.
- Sufrir repentinos mareos o desmayos.
- Ligero encorvamiento de la espalda.
¿Cómo prevenir el Parkinson?
Se asocia la enfermedad al estrés oxidativo de las neuronas en detrimento de un neurotransmisor, la dopamina, muy presente en la función motora del organismo y también en aspectos relacionados con la memoria, el comportamiento, la cognición, el aprendizaje, la atención, el humor y el descanso nocturno.
Se recomienda una dieta rica en antioxidantes como medio para el control de los niveles de dopamina en el cerebro: los antioxidantes son aquellos elementos que ayudan a que se reduzca el desgaste de la piel, órganos o tejidos, para combatir el envejecimiento, degeneración celular, etc.
Por ejemplo, deberíamos incluir en nuestra dieta las legumbres y los frutos secos, todos los cítricos por su riqueza en vitamina C, naranjas, mandarinas, uvas, fresas y kiwis, también los carotenos incluidos en las zanahorias, los tomates o las naranjas son potentes antioxidantes y algunos pescados como el salmón o el atún.
Se ha demostrado asimismo las propiedades antioxidantes y protectoras del café y del té verde: cafeína y teína aumentan los niveles de dopamina y actúan así como agentes protectores de las neuronas.
¿Cómo facilitar la vida de un paciente con Parkinson?
Hay unas ideas básicas que debes conocer para afrontar el diagnóstico y posible evolución de la enfermedad de la manera más positiva posible.
En primer lugar, consulta con tu médico y enfermera todas las dudas que como paciente te vayan surgiendo.
Deberás asimismo adaptar la casa donde vives a esta nueva situación, eliminando al máximo las barreras arquitectónicas que dificulten tu movilidad o la del paciente de Parkinson, en caso de que seas cuidador: evitar las alfombras deslizantes, cambiar bañeras por duchas, cuidado con los pasillos estrechos, accesos mediante ascensor, etc.
Y también es de gran ayuda apoyarse en asociaciones de enfermos de Parkinson (www.fedesparkinson.org) o enfermedades neurodegenerativas que haya cerca de tu lugar de residencia para compartir experiencias y empezar con terapias y ejercicios diarios de mantenimiento. Incluir en tu rutina diaria terapia ocupacional y rehabilitación física se han demostrado como imprescindibles para frenar el avance de la enfermedad. El apoyo psicológico también es de gran utilidad, te hará sentirte fuerte ante los nuevos retos que se plantean.
No se trata de enfrentarte a la enfermedad, sino de adaptarte a ella y de mantener en la medida de lo posible tu autonomía y tus autocuidados, aunque llegue el momento en el que el enfermo necesite del apoyo de un cuidador, familiar o profesional.
Actividad física recomendada para un paciente con Parkinson
Toda actividad debe estar monitorizada por un profesional. Partiendo de este punto, he aquí algunas pautas a tener en cuenta:
- Realiza ejercicios de potenciación de la actividad muscular y de movilización de articulaciones.
- También ejercicios de equilibrio y de coordinación, como por ejemplo andar sobre una línea recta o los lanzamientos y recogida de pelota.
- Y presta atención al control de la respiración y de la postura corporal.
- También son importantes los ejercicios para mejorar la marcha y para ayudarte a mantener una vida cotidiana autónoma.
Y por último, ¿puede conducir un paciente de Parkinson?
Por las propias características de la enfermedad, el enfermo de Parkinson ve mermada poco a poco su actividad motora y sus reflejos. Además, la medicación para el tratamiento de esta enfermedad conlleva efectos secundarios que deben ser controlados. Por todo ello, se desaconseja a los enfermos de Parkinson que conduzcan vehículos, no sólo por poner en peligro la vida de los conductores con los que se cruza, sino también la suya propia.
No obstante, aquí te apuntamos un artículo interesante con las claves sobre conducir o no y cuándo debes dejar de hacerlo.
En www.diamundialdelparkinson.org puedes encontrar todo lo que las asociaciones vinculadas han preparado para el día de hoy, 11 de abril.
Y recuerda: haz visibles a las personas que conviven con la enfermedad con la etiqueta #DíadeMuchasPersonas.
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