Dibujo de @perezlucasm, publicado en su blog humorfresquito.blogspot.com |
A
raíz de escribir el anterior post, “Septiembre con fuerza”, mantuve una
conversación vía correo electrónico con un compañero mío de carrera,
periodista, de otra provincia de Castilla-La Mancha, nuestra región.
Hablamos
de la situación del periodismo que vivimos aquí en estos tiempos tan míseros. Y
me parece tan interesante su opinión que escribo este post para publicar íntegramente
lo que me contó y que comparto 100%.
Me
comentaba que le sorprendía que hubiera usado la palabra “gentuza” en ese post
que os menciono. Y le expliqué lo siguiente:
“Gentuza es una palabra cariñosa
que uso para referirme a ellos. ¿Cómo si no denominar a alguien que deja
en el paro a una periodista con dos hijas? ¿Y a los 5.000 maestros? ¿Y a los de
GEACAM? ¿Y los cambios en TVE C-LM? ¿y lo de la mujer del presidente de
Diputación de Albacete?... podría seguir....”
Su
respuesta fue contundente:
“Esta gente ha perdido la cabeza,
y está llevando hasta las últimas consecuencias su doctrina FAES, con el
agravante de una nula inteligencia política y una gestión de la comunicación
que sólo piadosamente puede calificarse como subdesarrollada. ¿Los medios?,
pues en su papel de siempre. Achantaos, salvo escasas excepciones, siempre
personales, que al final acaban pagando el peaje.
Lo más triste es que antes al menos los dueños de medios se
forraban. Ahora se agacha la cerviz sin recibir nada a cambio, salvo vaporosas
promesas de futuros tratos de favor, o favores personales a ciertos dueños,
"estrellas influyentes" o directores.
Siempre ha sido así. Si no militas, no eres nadie. Si eres
periodista, o estás con unos o con otros; o militas, o te condenan al
extrañamiento de una u otra forma ante el vergonzoso silencio, cuando no la
rechifla, de las propias asociaciones e incluso compañeros de profesión.
Y así nos va. Los periodistas, recogiendo lo que han
cosechado estos años: miedo y paro; las asociaciones profesionales, calladas
como putas (o putos); la sociedad, retrocediendo 20 años en apenas 15 meses;
todos víctimas de esta élite de sinvergüenzas paniaguados”.
Mantengo
su identidad en el anonimato. No vaya a ser que los tentáculos toledanos y de
compañeros molestos por sus palabras le alcancen, cosa que no quiero por nada
del mundo.
Por
supuesto, no tenéis porqué compartir nuestras palabras en su totalidad, pero sí
os pido que reflexionéis sobre ello, sobre todo si sois periodistas en esta
región.
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