lunes, 26 de mayo de 2025

Red House Art: 800 obras de arte de artistas andaluces reinventan la experiencia de un 5 estrellas


Unas plumas que se mueven al compás del aire reciben a los huéspedes que llegan al hotel marbellero desde hace unos meses. Son de la artista Monique Baastians, una obra casi viva. En el hall, una pieza de cerámica de grandes dimensiones de Marta de Pablos, artista onubense con una relación muy especial con la cerámica, el Mediterráneo y el color, cuya colección de piezas singulares y seriadas se repite en otras estancias jugando con las formas y siluetas.

 

En la misma Recepción, los murales de los sevillanos La Colorería SVQ, también en las paredes altas del Hall o en los espacios de negocio en torno a una mesa, incluido el exclusivo restaurante Jara, liderado por el chef José Carlos García.


 


En los pasillos, las esculturas de metacrilato de María Jiménez Sequeiros y sus juegos de luces que sorprenden a cada paso y una decoración en la que también participa las 50 obras exclusivas del sevillano Norberto Gil, premio BMW de Pintura, en este lugar en el que lo andaluz se abre al mundo para sentir esas emociones que flotan en el aire desde hace más de 50 años, cuando el hotel era el centro de la vida cultural y social de Marbella. 


                    



Poner en común a todos estos artistas ha sido cosa de Julio Cruz Casas y Adolfo Sánchez Flores, expertos en arte y directores de Red House Art, una empresa andaluza, también con sede en Marbella, que se mueve por toda la geografía española y que despierta especial interés entre decoradores y particulares, amantes del arte.


“La idea que nos transmitieron desde el Hotel era que teníamos que volver la vista atrás, a los años 60, 70 y 80, para recuperar la historia de amor entre Los Monteros y Marbella, crear una referencia vintage para rescatar el interiorismo del hotel de aquella época y que la gente, cuando entrase, sintiera ese retrovanguardismo”, explica Adolfo Sánchez Flores. 




“Solemos trabajar con casi 90 artistas así que al ver este proyecto teníamos claro por lo que  apostar: lo cercano, arte de Andalucía en su mayoría, una decoración moderna, contemporánea, mediterránea y pensamos que podría ser un plus que los artistas fueran de estas características”, matiza Julio Cruz Casas.


Casi tres años estuvieron Adolfo y Julio seleccionando artistas, 10 al final, y piezas, casi 800. “Es un hotel muy grande, casi un museo, preparamos una selección inicial según los estándares de la cadena, nos echaron para atrás 3 o 4 porque no encajaban aquí y otros entraron en la segunda propuesta porque hacen creaciones más figurativas y podrían acoplarse mejor a los espacios”, aseguran.





“No es una exposición temporal ni son obras que están a la venta. Y nos agrada que el hotel haya querido aumentar su excelencia a través del arte porque los huéspedes valoran estas cosas al buscar un cinco estrellas gran lujo, la excelencia a través de la diferencia”, afirman con los ojos brillantes ante su trabajo.


Buscaban pinturas originales, artistas jóvenes que aportasen color y alegría. Y también lo han conseguido en los espacios más privados e íntimos con las obras seriadas del sevillano Manuel León o los cuadros a una tinta del cordobés Pablo Little o las obras de gran formato y colores vibrantes de Ricardo Llinares, también de Sevilla, o las del artista jerezano Fernando Clemente o las de Santiago Picatoste, puro color y abstracción.


                     
                                  


Desde el propio hotel, en el que trabajan alrededor de 200 personas, “una gran familia”, aseguran que este concepto de decoración con obras de arte se basa en su idea de ‘lujo relajado’, poniendo al cliente en el epicentro de las experiencias. “El tipo de arte que se ve al entrar y en todo el hotel forma parte del viaje que hace el huésped mientras dura su estancia y las piezas le van a acompañar y le van aportar valor a su experiencia.”




Reportaje publicado en Diario Sur el sábado 24 de mayo de 2025. Puedes leerlo aquí:  

Todas las fotografías son propiedad de Emma Pérez-Romera.









domingo, 25 de mayo de 2025

Los ecologistas piden más protección para el chorlitejo patinegro, ya desaparecido de las playas de Estepona y Marbella

 En las playas de Casares y Manilva (Málaga) estos días se pueden ver unos carteles que advierten de que el chorlitejo patinegro está en proceso de cría. Este ave, típica de nuestras costas y de las zonas fluviales, usa la arena de la playa para nidificar, aunque no construye nido como tal sino que utiliza pequeñas hondonadas en la arena para poner e incubar sus huevos, solo pone una piedra para señalar dónde esta el nido y los huevos se mimetizan con el entorno.


Es una especie en riesgo de extinción y por eso desde 2021 está incluida en el Libro Rojo de las Aves en peligro, con protección especial. Por ello se advierte a paseantes de la playa que tengan cuidado pues pueden destruir sus nidos sin darse cuenta y a aquellos que vayan con perros que paseen con ellos atados para que los canes no se coman los huevos.


Felipe Román, biólogo, naturalista, ecologista e integrante del grupo Ecologistas Sierra Bermeja, afirma que las campañas municipales son necesarias porque es un ave muy amenazada y de los tres tipos de chorlitejos que hay, el chico, el grande y el patinegro, es éste último “el que tiene más población disminuida principalmente por la invasión de su hábitat que hemos hecho los humanos, en concreto en la zona de Estepona ya no hay en sus playas.”


Román reconoce que desde el río Padrón al río Guadalmina, en el término municipal de Estepona, había una zona de nidificación de esta especie, “pero las molestias humanas, las urbanizaciones, las construcciones a pie de playa, los chiringuitos y la obra de la Senda Litoral han transformado el ecosistema”, afirma.



“Se permite cualquier cosa en el tramo litoral, es una agresión continua y las aves pierden zona donde nidificar”, por eso en las playas de Estepona no anidan ya chorlitejos patinegros y se han marchado a zonas más tranquilas con playas más anchas, “como Manilva, que además hay espacios más vírgenes desde el Puerto de la Duquesa hasta Torreguadiaro”, concluye.


En este sentido se expresa Juan Caracuel, colaborador de la Asociación Produnas de Marbella en temas de aves y educación ambiental, socio de la Sociedad Española de Ornitología y que ha participado en muchas actividades de seguimiento de esta especie. “Desde SEO Málaga se han hecho dos seguimientos de chorlitejo patinegro y he participado en las dos y en 2027 habrá otro más. La tendencia está bien clara, hay un descenso en el número de ejemplares de esta especie en nuestra provincia.”


En 2007, la población en la provincia se estimó en 106 individuos y en 2017  37 individuos. Respecto al número de parejas reproductoras, en 2007 la cifra total para todo el litoral malagueño fue de entre 47 y 69 parejas, es decir, 47 parejas seguras, cuya reproducción pudo constatarse y otras 22 probables, para las que no se pudo comprobar su reproducción. En 2017, por el contrario, sólo se detectaron 13 parejas seguras y otras 5 probables, una de ellas en Estepona.


Caracuel asegura que “el gran problema del pájaro es que cría en la arena, en la playa. En la zona de dunas se mete unos metros pero él quiere acceso directo a la zona de playa y el uso intensivo que hay de ellas, los perros sueltos, la urbanización del litoral, la limpieza mecanizada de las playas, la construcción de chiringuitos que duran todo el año…no ayudan nada al mantenimiento de la especie.”



En 2017 el Grupo Local de SEO BirdLife de Málaga elaboró un documento que se entregó a todas las administraciones locales con una serie de medidas a implantar, “medidas muy básicas y de bajo coste, que ayudarían a ir recuperando población”, asegura el experto en aves. “En Marbella no se ha hecho nada. En Estepona al menos colocaron carteles y en Casares y Manilva, también. Les marcamos hasta las zonas en las que hay posibilidad de que el chorlitejo patinegro críe y les aconsejamos cómo proteger esa zona y tampoco hacer limpieza mecanizada de playas”, afirma. 


El próximo censo se hará en 2027 y se espera lo peor porque ya se sabe que  además de en Marbella, a día de hoy, también han desaparecido de la zona de Estepona.


*Artículo publicado en Diario Sur el 25 de mayo de 2025: https://www.diariosur.es/costadelsol/salvemos-chorlitejo-patinegro-20250524204845-nt.html